photography of starry sky

Tu viaje hacia el autoconocimiento comienza aquí...

Historia de la brujería parte 2

"Perseguida, oculta y transformada, la magia nunca desapareció. Desde los antiguos chamanes hasta las brujas del siglo XXI, su legado sigue vivo. Descubre su historia secreta."

Amanda Matunkuná

2/24/20255 min read

Historia de la brujería parte 2

De la Edad Media al Siglo XXI.

La brujería de la Edad Media al siglo XXI

Continuaremos este viaje que comenzó en Historia de la Brujería Parte 1.

Con la expansión del cristianismo, muchas de estas prácticas mágicas y sabias fueron demonizadas. Durante la Edad Media del siglo V al XV y la Inquisición (siglos XV-XVII), la brujería pasó de ser vista como un conocimiento antiguo a ser considerada herejía, aunque muchas acusaciones de brujería eran por razones políticas, sociales y de control.

Hablemos de la brujería en los mil años de la Edad Media, en las aldeas y pueblos quedaron los vestigios del conocimiento ancestral, existían curanderas que usaban hierbas y rezos para sanar, parteras que asistían a las mujeres y protegían a los recién nacidos con rituales, y sabias y adivinas que interpretaban los sueños y la astrología, estas mujeres con conocimientos ancestrales descendían de tradiciones paganas celtas, nórdicas y germánicas. En los primeros 5 siglos de la edad Media (del siglo V al X), la brujería no era vista como un gran problema, incluso San Agustín y otros teólogos afirmaban que no existía poder en la magia. Pero en los siguientes siglos la iglesia cambió su postura. En el siglo IX en el Canon Episcopi (906 d. C) se menciona por primera vez a mujeres que vuelan de noche, calificando esta afirmación como mera superstición. En el siglo XIII la iglesia declara que la brujería está ligada a la herejía y la adoración al diablo. En los siglos XIV y XV se intensifican las persecuciones y aparecen los primeros juicios de brujas en Europa. En el año 1487 se publicó el libro Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas), que explica detalladamente cómo identificar, torturar y castigar a las brujas, fue el libro que más contribuyó a la cacería de brujas, afirmando que las mujeres eran más propensas a caer en la tentación del maligno.

Durante el Renacimiento, surgió el interés por la alquimia y el ocultismo, pero las persecuciones continuaron intensificadas en algunos lugares. Sin embargo, con la Ilustración, la ciencia comenzó a reemplazar muchas creencias mágicas, pero el miedo a la brujería creció.

Entonces, entre los siglos XV y XVII, la caza de brujas tuvo su punto máximo en Europa, miles de mujeres fueron acusadas y se estima que entre 40,000 y 100,000 personas (existe una variación en las fuentes) fueron ejecutadas por brujería. Los juicios eran risibles, existía, por ejemplo, el juicio del agua, donde arrojaban a la acusada a un río, si flotaba era bruja, si se hundía era inocente pero moría ahogada. También existía la confesión bajo tortura, una tortura muy utilizada consistía en clavar agujas por todo el cuerpo del acusado o acusada para buscar la marca del diablo, bajo el argumento de que las brujas adoraban al diablo, hacían maleficios para causar enfermedades, se convertían en animales y más exageraciones creadas por la Iglesia y La Inquisición. Aunque se demonizó la brujería, muchas mujeres seguían practicando magia popular, como sanación con hierbas, hechizos de protección, rituales lunares y adivinación. En este periodo se crearon varios mitos que siguen vigentes actualmente, que las brujas volaban en escobas, que hacían pactos con el diablo o que sacrificaban niños. Pero las mujeres acusadas de brujería eran mujeres pobres, solteras o viudas que eran señaladas por envidia o venganza, muchas ni siquiera practicaban brujería.

En este periodo vamos a tener la magia popular o campesina que se centraba las soluciones prácticas del día a día, como en la herbolaria para sanar, los rituales ancestrales para el amor, la fertilidad, protegerse contra el mal de ojo y conjuros con elementos (agua, fuego, tierra, aire), todos estos conocimientos se transmitían oralmente. Y también en este periodo tenemos la magia ceremonial o Alta magia que buscaba la iluminación y el contacto con entidades, se basaba en textos antiguos, astrología y alquimia. Con la expansión de la imprenta se difundieron grimorios y libros de magia con mayor facilidad. Los más importantes son El Picatrix, un tratado árabe sobre astrología y magia planetaria, La clavícula de Salomón un grimorio sobre invocaciones angélicas y demoniacas y el Occulta Philosophia, un manual de Alta magia basado en la cábala y la alquimia, las prácticas de la Alta magia son: la invocación de espíritus y ángeles, el uso de sigilos y símbolos mágicos y la astrología aplicada a la magia y la alquimia, pero este tipo de magia no fue tan perseguida como la brujería campesina, porque los practicantes de la Alta magia eran nobles o eruditos.

En el siglo XIX, con el auge del ocultismo y el espiritismo, muchas prácticas esotéricas resurgieron, mientras la ciencia avanzaba con la Revolución industrial, hubo un renacimiento esotérico, durante este periodo surgieron sociedades secretas, grimorios, nuevas formas de magia ceremonial y un inusual interés en el espiritismo, el uso de la Ouija, las médiums y las fotografías de fantasmas. Aunque la caza de brujas había disminuido en comparación a siglos anteriores aún había persecuciones.

Durante el siglo XX la influencia religiosa del catolicismo fue en declive, la contra cultura y la Nueva Era popularizaron la astrología, la magia y la conexión con la naturaleza. Gerald Gardner fundó la Wicca, una religión neopagana basada en antiguas tradiciones celtas, generando un nuevo auge en la magia ceremonial y las festividades estacionales.

Sin embargo, en plena Segunda Guerra mundial, en Inglaterra se acusó y encarceló a Helen Duncan, una médium famosa de la época. También en el siglo XX, el ocultismo tomó más fuerza gracias a las sociedades secretas. El uso de grimorios fue aún más frecuente que en los siglos anteriores, se empezaron a hacer trabajos con ángeles, demonios y entidades cósmicas, se comenzó a aplicar la astrología y la cábala en la magia, se popularizó la creación de sigilos mágicos y la manifestación de deseos, el uso de cristales, energías vibracionales, la meditación, la canalización de energía, la fusión de la brujería con filosofías orientales como el budismo y el yoga, la creencia del poder de la mente para manifestar la realidad. La magia positiva, la autosanación, y en general se popularizó la brujería a todo nivel, dándole una imagen más espiritual. Cabe mencionar que en este periodo feminismo rectificó la imagen de la bruja no como una hereje diabólica sino como una mujer sabia y poderosa.

Hoy en día, la brujería se practica en diversas formas, desde la Wicca y la brujería tradicional hasta la santería, la magia ceremonial y el esoterismo contemporáneo. Muchas personas la ven como un camino espiritual basado en la conexión con la naturaleza, la energía y la sabiduría ancestral.

Gracias por acompañarme en este viaje histórico y mágico.